En sus propias palabras, Romero compartió un momento íntimo que tuvo lugar en su hogar, frente a una fotografía suya en el piano, donde se dirigió a su propia imagen para expresar un mensaje de esperanza y confianza en el futuro.
El artista admitió que el último año ha sido particularmente desafiante desde el punto de vista emocional, reconociendo que atraviesa un periodo de vulnerabilidad que requiere una pausa reflexiva. Por consiguiente, ha tomado la decisión de abstenerse de realizar conciertos o participar en eventos públicos de cualquier naturaleza durante el resto del año.
Romero agradeció profundamente a sus seguidores por el apoyo incondicional a lo largo de los años, así como por el respaldo a su música y presentaciones en vivo. También expresó su gratitud hacia aquellos que planificaban asistir a sus conciertos este año, y les extendió la esperanza de que puedan reunirse en el próximo.
El cantautor concluyó su mensaje transmitiendo un mensaje de aliento a quienes puedan estar enfrentando situaciones similares, asegurando que, pese a las adversidades, siempre hay luz al final del túnel.
Jesús Adrián Romero enfrenta este período con la certeza de que, del otro lado de este valle, aguarda una nueva etapa de resurgimiento y crecimiento.