Un video tan visceral como este, naturalmente, generó en mi una reacción instintiva; lo primero que analice fue el nivel de comunicación que tengo con mis hijos y que tan fortificado está el muro de valores que imparto a mi familia. Como una suerte de evaluación compartí el mismo video con mi familia para escuchar su opinión, para conocer su punto de vista. A continuación comparto con Uds. nuestra conversación.
Yo: ¿Qué opinan de este video?
Algunos comentarios de la familia: en el video dice que vienen por los niños, por los adolescentes y vimos que en los comentarios del video recomiendan que los padres controlen las amistades de sus hijos, lo cual en principio no nos parece mal pero creemos que mas allá del control es más importante que los padres dialoguen con sus hijos, ellos necesitan conocer de esta realidad, no debe tomarlos por sorpresa.
Una integrante de mi familia dijo: Yo estoy al tanto de todo esto porque en su momento Uds. se tomaron el tiempo de explicármelo de una manera que yo podía comprender. Los de mi generación van a estar expuestos a amigos que son de la comunidad LGBT o apoyan sus causas, eso es inevitable y es irremediable que sintamos curiosidad por entenderlo. Por eso creo que los padres tienen que estar preparados y así preparar a sus hijos al desafío que esto representa para ellos.
Otra integrante de mi casa expresó: Yo tengo amigos que son de la comunidad LGTB, dos son gays y una es lesbiana. Además tengo una amiga que si bien no es de la comunidad, la apoya. Yo comprendo que como hija de Dios debo respetar a las personas pero tengo muy claro que también es responsabilidad mía establecer límites para mi misma y para los demás, marcar una linea clara de lo que son mis valores, los valores que Uds. me enseñaron y tratar que ellos puedan conocer a Jesús y puedan darse cuenta ellos mismos del estado en que están.
Para serles sincero, estas respuestas me causaron mucha paz pero al mismo tiempo me confrontó con la gran responsabilidad que tengo como padre de velar por los valores de mis hijos, de darles el mejor ejemplo posible y de construir en nuestro hogar un ambiente donde se sientan cómodos para hablar conmigo y mi esposa de todo aquello que desafíe su cosmovisión.
La comunidad LGBT puede venir por mis cachorros, pero se van a encontrar con el león.
Escrito por: Juan Cruz Cellammare.
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